Inquiokuopación

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Abogado de Desahucios en Madrid

La inquiokupación es un fenómeno que se refiere a la situación en la que un inquilino legal de una propiedad deja de pagar el alquiler y, a pesar de ello, permanece en la vivienda, utilizando tácticas legales y vacíos normativos para prolongar su estancia en la medida de lo posible.

 

Este término combina las palabras "inquilino" y "okupación", lo que refleja una mezcla entre una relación contractual formal y una ocupación indebida, al no estar cumpliendo con lo dispuesto en el contrato suscrito, en lo atinente al pago de la renta y/o de suministros.

 

A diferencia de los okupas, que entran o permanecen en un inmueble sin contrato ni título que les habilite, los inquiokupas suscribieron en su día un contrato de alquiler, siendo ocupantes legítimos, pero que no atienden la obligación de pago asumida, aprovechándose de la dificultad existente para conseguir su desalojo, esencialmente debido a la lentitud de los pronunciamientos judiciales y por la carencia de mecanismos ágiles para remediar su posible estado de vulnerabilidad, lo que está propiciando la suspensión de muchos procedimientos de desahucio, inclusive con decisiones que, en ocasiones, carecen de una justificación razonable.


Este hecho está generando una gran polémica, ya que afecta tanto a propietarios, que se ven imposibilitados de recuperar sus propiedades o recibir el alquiler correspondiente, como a inquilinos vulnerables en situación precariedad económica y falta de acceso a vivienda asequible; si bien hay otros que pudiendo afrontar el pago de la renta, se  aprovechan de las carencias del sistema para prolongar lo máximo posible su permanencia en el inmueble.

 

Ante una situación de impago de la renta, lo más conveniente es iniciar el proceso judicial sin perder tiempo; una vez hecho se podrá negociar con el arrendatario y ver si ha sido una situación puntual con solución o, si por contra, habrá que tramitar todo el procedimiento hasta conseguir su lanzamiento.

 

La alarma social existente está provocando que muchos arrendadores retiren del mercado del alquiler sus inmuebles, reduciendo la oferta e implicando un incremento de precios. 

 

Pero no todos los propietarios pueden permitirse dejar de percibir rentas, debiendo en este caso, ser adoptadas cautelas antes o a la formalización del contrato de alquiler, nosotros recomendamos:

 

1. Selección rigurosa del inquilino.

 

Verificar la solvencia económica: Solicitar pruebas de ingresos estables (nóminas, contratos de trabajo) y comprobar su capacidad para asumir el pago del alquiler.

 

Pedir referencias de arrendamientos anteriores. 

 

2. Contrato de alquiler bien redactado, solicitando las garantías máximas que permite la vigente Ley de Arrendamientos Urbanos

 

3. Concertar seguros de impago.

 

4. Seguimiento y comunicación constante, manteniendo un contacto regular con el inquilino y si es posible cerciorarse de que están haciendo un uso adecuado del inmueble. 

 

5.- Atender rápidamente los requerimientos del inquilino referentes a problemas de la vivienda, acometiendo las intervenciones o reparaciones necesarias, para que ello no sea excusa para dejar de pagar la renta.

 

6. Y si se produce el impago de rentas, reaccionar rápidamente, remitiendo un requerimiento fehaciente de pago y/o iniciar la correspondiente acción judicial tendente a la resolución del contrato

 

En resumen, para evitar la inquiokupación es fundamental ser precavido al elegir inquilinos, tener un contrato sólido y actuar rápidamente en caso de problemas.

 

José Valero Alarcón

 

Abogado de Desahucios